Back to Basics

1474738120_35a19d6e81_b

En este año que termina la profusión de nuevas aplicaciones y servicios fue realmente impresionante. Sólo la desaparición de Google Reader hizo surgir múltiples nuevos servicios de lectura y sincronización de feeds, con nuevas aplicaciones iOS y otras muchas que se tuvieron que adaptar al cambio.

Creo que he probado todas y cada una de esas alternativas, desde Feedly hasta Feedbin pasando por Feed Wrangler, Newsblur y Digg. Pero el caso es que nunca me desprendí de Fever, por aquello de que nunca se sabe. Confiar en servicios de terceros está bien porque te desahoga el servidor propio, pero a la larga siempre está bien tener un seguro. En mi caso era Fever. Lo malo es que prácticamente ya no se actualiza, aunque funciona con aplicaciones como Reeder.

Pero haciendo la limpieza de fin de año he abandonado Feed Wrangler (mi favorito, pero que tampoco parece avanzar demasiado), Newsblur y Feedbin. No veo lógico seguir pagando una cuota anual ahí cuando el desarrollador no responde a las necesidades del usuario.

Y cuando ya me resignaba a continuar con el binomio Fever-Digg (que por cierto me funcionó muy bien este verano en movilidad), va y aparece Cranked.

Lo comenté en el post anterior, Cranked me parece un clon de Fever, no se si a nivel de código pero está claro que sí a nivel de estructura y funcionamiento. Pero es lo que Fever debería ser si se hubiera seguido actualizando. Cranked me permite prescindir de aplicaciones de terceros y leer mis feeds en el iPhone y el iPad con Safari de una manera ágil (no tengo que esperar a que sincronice con nada), enviar items a la lista de lectura de Safari (simplemente manteniendo pulsado el título y usando el menú contextual de iOS) y va marcando los artículos como leídos según hago scroll, algo que para mi es imprescindible.

Así que adiós a Fever, hola Cranked, mi nuevo lector de feeds favoritos.

En el mismo proceso de limpieza se cayó Basecamp, sustituido por una combinación de Evernote y Glassboard. El motivo, que por fin he saltado ciegamente a usar Evernote, y no es plan de mantener un servicio de pago como es Basecamp cuando Evernote cumple el 50% de sus funciones de manera gratuita. El otro 50% intentaré cubrirlo con Glassboard, un sistema de grupos privados para conversaciones que también permite intercambiar archivos, tiene aplicación para el iPhone y es gratuito para hasta 10 grupos. Aunque precisamente ayer anunciaron la venta a Second Gear, que me da muchas esperanzas porque se trata del desarrollador de Elements, uno de los mejores editores para Dropbox en iOS.

Otro que se cayó en las últimas semanas fue OmniFocus. Se que es el mejor, pero realmente me abruma. Siempre tuve mayor debilidad por Things, y el anuncio de la nueva versión para el comienzo de año me hizo regresar y disfrutar de nuevo de su rapidez de sincronización y su mayor sencillez, así como la reciente integración con MailMate.

Y por último, ya es hora de decir adiós a Mint, el sistema de estadísticas web que usaba desde 2005, aunque bien es cierto que en los últimos años combinado con otros. La última comparación me hizo darme cuenta finalmente que no estaba funcionando adecuadamente, con inexplicable pérdida de hits. Y es que lleva ya unos añitos sin actualizarse. Una pena, porque no hay una alternativa auto-instalable, no ya mejor, sino decente. Lo intenté con Piwik, pero tampoco. Así que me quedo con Gauges, hasta que mi bolsillo aguante o los nuevos dueños suban el precio, que todo puede pasar.

En este sentido, después de unos días de buscar alternativas exhaustivamente, he terminado por rendirme a la evidencia: Google acabó con el mercado de las analytics hace tiempo. No se creerían cuantas startups, cuantos servicios fantásticos me he encontrado que tuvieron que cerrar hace ya años, junto a otros que se arrastran anclados en un pasado que Google barrió de un plumazo al hacer gratuito Analytics. Como Measure Map, por ejemplo, que Google adquirió y cerró sin contemplaciones, que era el mejor servicio de estadísticas para blogs. Como SlimStat, un software autoinstalable muy en la línea de Mint, del que ya no queda rastro.

Y si no uso Analytics de Google no es porque le tenga manía. Es porque es feo, porque en todos estos años no se han preocupado de hacerlo atractivo, de actualizar su diseño. Porque no necesito todos esos porcentajes de conversiones en mis pequeños blogs. Porque no han sido capaces de implementar un servicio de real time decente, en lugar de esa mierda que no vale para nada. Pero como es gratis ni se molestan en hacer que sea bueno. Ahí Chartbeat les da mil vueltas, el mejor sistema de tiempo real que he visto, y que por ahora todavía uso. Hasta el tiempo real de Gauges es mejor que el de Analytics. Y finalmente porque no entiendo como es posible que cerraran Measure Map, el más bello servicio de estadísticas web, para obligarnos a usar algo horroroso. Es como si estuvieran diciendo: como te lo doy gratis, te aguantas.

Contemplando todo esto junto me he dado cuenta de que en realidad lo que ha pasado es que he vuelto a lo básico, a un workflow que prescinde de aplicaciones superfluas y accesorias, que emplea otras ya veteranas pero que nunca se vieron superadas por lo nuevo, y que sigue buscando la belleza en el diseño, la funcionalidad y el minimalismo.

Muchas gracias por estar ahí un año más, y que tengáis un buen fin de año y un feliz 2014.

Foto por darling.clandestine