Ultimamente estoy viendo a muchos gurús escribir encendidos artículos acerca de las maravillas de DuckDuckGo, un buscador que pretende competir con Google en el pastel de las búsquedas en internet. Vale que toda competencia es buena, y si es contra Google mejor todavía, porque ahí hay que ponerlo todo y hasta es posible que salgan cosas buenas.
Pero lo de DuckDuckGo clama el cielo. Si, tiene algunas herramientas interesantes, un diseño minimal y sin anuncios, que se parece mucho a Google en sus inicios. Ese es el espíritu que nos gusta.
Pero cuando busco mi blog “La Brújula Verde”, el primer resultado de DuckDuckGo es la fan page de Facebook. Luego, un blog que alguien creó en Blogger con el mismo nombre y que está inactivo desde 2008, después una tienda Amazon que creamos en 2005 y que desapareció de la web hace 7 años. A continuación, la página de Wikio (que ya no existe) de nuestro blog en inglés. Luego el perfil de Linkedin, un video de YouTube, una slide, la página del blog en Google Currents, una herramienta de chequeo de dominios, el Posterous del blog, etc. etc. Hasta el resultado número 14 no aparece lo que realmente buscaba, el blog en sí.
Así que seamos serios, a DuckDuckGo le falta mucho todavía para ser realmente útil. Una gran parte de su potencial, además, lo están apostando a buscar en otros buscadores, lo cual me parece curioso.
Eso sí, están haciendo una buena labor agrupando la información sobre temas corporativos, aplicaciones, productos, etc. como por ejemplo la imagen que ven aquí, y que son los resultados para la búsqueda “Omnifocus”.