A todos nos gusta TED, ya sabéis, esas charlas sobre temas puntuales científicos o sociales que suelen ser muy didácticas y entretenidas. No es que sea un seguidor acérrimo, pero si que he visto varias de ellas, ya sea porque las he visto recomendadas en algún blog o por la insistencia de algún colega que acababa de dar una charla TED… Y me gustan, me parecen (por lo menos las que he visto) realmente interesantes. Y además me maravilla cómo han conseguido viralizar algo que en principio no se prestaba demasiado a ello.
El caso es que me encuentro con un artículo de Frank Swain en Medium titulado Why I’m Not a TEDx Speaker que me ha hecho reflexionar un poco sobre cuestiones que nunca me había planteado acerca de TED.
La primera queja de Swain en el artículo es que ninguno de los conferenciantes de TED recibe ni un euro, aun cuando las entradas al evento cuestan una pasta. No tengo ni idea de en que se invierte ese dinero si no se paga a quien ofrece la charla. Pero por otra parte, participar en una charla TED tiene el beneficio de que te escuchará mucha más gente de la que habitualmente lo hace. Así que, si no necesitas el dinero, puede ser una buena opción para promocionarte. Entiendo que Swain no quiera participar porque no le pagan, yo tampoco lo haría si no me pudiera permitir el desplazamiento, el alojamiento o lo que sea que implique. Aunque no creo que sea el caso.
La segunda queja de Swain tiene que ver con las TEDx, una especie de eventos a menor escala, pensados para una audiencia de unas cien personas. Estos eventos son una especie de franquicias de TED, son independientes y están pensados para que cualquiera pueda organizar un evento al estilo TED. Dice Swain, y en esto estoy de acuerdo, que da la impresión de que TED ha inventado el asunto, cuando ya los antiguos griegos daban charlas en público sin tener que pagar una franquicia. Lo que pasa es que la franquicia no son las charlas sino la marca, y esto ya es diferente.
Termina Swain argumentando que vale, que TED es una organización no lucrativa y por eso no puede pagar a los conferenciantes. Pero sí que paga a los operadores de cámaras, a los encargados de las luces, el catering, el alquiler del local…
Ya digo que no conozco demasiado los entresijos de TED, ni si todo lo que comenta Swain es cierto o no. Pero creo que se equivoca porque al final es una cuestión de opciones, no de si te pagan o no por tu trabajo. Quiero decir que creo que TED no es un trabajo sino una oportunidad, por lo menos en estos momentos. Que os parece a vosotros?