La reciente proliferación de servicios y lectores de feeds, causada en gran parte por el abandono de Google Reader, viene acompañada curiosamente de otra avalancha, la de los sistemas y servicios de blogging en la nube. Y digo que es curioso porque aquí no ha habido abandono, los que se repartían el pastel hace unos años, Blogger, WordPress.com y Tumblr, siguen estando ahí con muy pocos cambios.
Lo que ha pasado es que se ha producido un movimiento inverso, que busca la simplicidad frente a la profusión de opciones. Pero también una búsqueda de alternativas a la infravaloración de los blogs en los rankings de Google, y al mismo tiempo de productos diferenciados que apelan al sentimiento elitista, al espíritu hacker, a la excelencia de diseño o de contenidos. Todo esto es bueno, sin ninguna duda. Cuanta más variedad, cuantas más opciones, mayor grado de libertad para los usuarios.
Algunos ejemplos de esto serían Medium, Roon, Kirby, Statamic o el ya anunciado SilvrBack. Pero es que dentro de este movimiento existe también una tendencia doble (que también se observa en el caso de los lectores de feeds), la del todo gratis frente a los servicios de pago. Seguro que habréis leído miles de veces la frase “si es gratis no eres el cliente, eres el producto”.
Precisamente esta es la premisa básica sobre la que surgen servicios como SilvrBack, un sistema de blogging minimalista basado en Markdown con alto grado de personalización, que cobrará unos 26 dólares al año, y que se postula como la alternativa a Medium y Svbtle y su foco en los contenidos en lugar del autor.
Para mi cualquiera de estas opciones son válidas, el caso es que tus contenidos tengan difusión. Si no puedes permitirte un servicio de pago o un hosting para tu blog, no hay nada malo en utilizar uno gratuito. Lo que sí debes ser consciente es de lo que ello implica. El caso, parafraseando a Alfonso Alcántara ‘Yoriento’, no es ya “si no tienes un blog eres un sintecho digital”, más bien sería “si no escribes en un blog…” , sea el que sea. Durante décadas los periodistas han escrito en diarios que no son suyos, y lo siguen haciendo, lo que no ha impedido que la calidad haya salido siempre, o casi siempre, adelante.
Lo ideal es utilizar la plataforma con que te sientas más a gusto. En mi caso utilizo WordPress con hosting y dominio propios, porque me gusta tener todo el control sobre mi trabajo, mis opiniones y los aspectos técnicos del mismo.